
Francisco tuvo algunas semanas agitadas, con un viaje a Tierra Santa y un encuentro con los presidentes israelí y palestinoen el Vaticano para una oración por la paz el domingo pasado. Pero el lunes se enfermó y se tomó el martes libre para descansar.
Algunos funcionarios del Vaticano expresaron en privado su preocupación por el ritmo frenético del pontífice, de 77 años, quien sólo tiene un pulmón y decidió quedarse en Roma durante el verano y trabajar cuando otros papas se tomaban vacaciones y escapaban del calor de la ciudad para disfrutar del clima más fresco de Castel Gandolfo.
Fuente: tn.com.ar