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Muchos alumnos pero pocos graduados

Un ranking de universidades marcó una caída en la UBA con respecto al año pasado. Apenas 26 de cada 100 ingresantes a las universidades estatales finalizan su carrera.


Esta semana se han difundido los resultados de la evaluación de universidades latinoamericanas, realizada por una entidad especializada en este tipo de estudios en todo el mundo (QS-Top Universities), que abarcó a 300 universidades latinoamericanas. Todos los años, a partir del 2011, se realiza esta evaluación, o sea que esta es la cuarta.
Los resultados toman en cuenta siete indicadores relacionados con estos conceptos:reputación académica, acceso al mercado laboral de los graduados, proporción docentes-alumnos, investigaciones y publicaciones de los profesores. La principal limitación de esta prueba es que no mide el nivel de conocimientos de los graduados de cada universidad.
De las diez mejores universidades según este ranking, cinco están en Brasil, dos en Chile, dos México y una en Colombia. La universidad argentina mejor ubicada es la UBA, que ahora aparece en el lugar 19. Señalemos que según este mismo ranking, la UBA ocupaba el lugar 8 en el 2011, en el 2012 pasa al lugar 11, en el 2013 al 12 y ahora desciende al  lugar 19.
La Universidad argentina enfrenta hoy un desafío: incrementar la graduación con profesionales bien preparados. Tenemos muchos alumnos pero pocos graduados. En una nación como Australia, 60 de cada 100 jóvenes completó el nivel educativo terciario superior, en Holanda 50, en Italia, Suecia y Japón 42, en Corea 39, en Israel y España 36.
También miremos a América Latina, donde esta graduación llega a 25 en Panamá, 19 en México y Brasil y a 17 en Chile, pero entre nosotros esta  graduación superior terciaria apenas comprende al 14 por ciento de los jóvenes. Es decir, tenemos pocos graduados universitarios para nuestro nivel de desarrollo económico y social. Lo notable es que en la Argentina no es difícil ingresar a la universidad, ya que no aplicamos pruebas generales de acreditación de los conocimientos al finalizar el secundario ni cupos cuantitativos, sin embargo son pocos los universitarios que completan su carrera. 
De cada 100 jóvenes que ingresan a la universidad en países como Japón y Dinamarca se gradúan más de 80, en Rusia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Canadá, Portugal, Australia y Finlandia se gradúan más de 70. Veamos la graduación universitaria en América Latina: en Chile y México se gradúan 60 de cada 100 ingresantes y en Brasil 50. Lamentablemente entre nosotros la graduación es muy baja, ya que apenas 26 de cada 100 ingresantes a las universidades estatales finalizan su carrera.
Hay casos notables por el escaso nivel de graduación: la Universidad Patagonia Austral gradúa apenas 4 cada 100 ingresantes, Jujuy 8, Comahue 15, Formosa 10,  San Juan 12, Tucumán 13. Las naciones que aplican exámenes generales de acreditación secundaria como requisito para ingresar a la universidad tienen mayor graduación universitaria que nosotros.
Países tan distintos como Ecuador, Cuba, Chile y Brasil aplican estos exámenes generales previos al ingreso a la universidad, nosotros no. La paradoja es que cuando es más difícil "ingresar" es más fácil "egresar diplomado" porque previamente se fomenta la dedicación al estudio en la propia escuela secundaria.
Un ejemplo es Brasil, no sólo por la destacada posición de sus universidades en esta evaluación, sino por el hecho que tiene 5 veces más población que nosotros pero anualmente gradúan 10 veces más profesionales universitarios que nosotros. En Brasil rige el requisito de aprobar el ENEM (Examen Nacional de Educación Media). Este examen lo rinden en octubre más de 7 millones de adolescentes que aspiran a ingresar a la universidad, durante 11 horas en 2 días. Por esos días nuestros adolescentes están más ocupados con el viaje de egresados que con el ingreso a la universidad.